martes, 30 de octubre de 2012

¿Por qué se atrasan los relojes en otoño y se adelantan en primavera?



                                                       

El pasado fin de semana atrasamos los relojes. ¿Por qué se realiza el cambio de horario? ¿Realmente sirve para ahorrar energía?¿Es malo para la salud?
 
El llamado “horario de verano” terminó el pasado 27 de octubre cuando se atrasaron los relojes una hora.
 
¿Cómo y cuándo empezó el cambio de hora?
 
Ben Franklin (quien se tomaba muy enserio la frase de "pronto a la cama para madrugar"), al parecer fue la primera persona en sugirió el concepto de ahorro de luz diurna, según el autor del libro Seize the Daylight: The Curious and Contentious Story of Daylight Saving Time,  David Prerau.
 
Mientras desempeñaba su papel como embajador de los Estados Unidos en Francia, Benjamin escribió que había sido despertado varias veces a las 6 de la mañana y se había dado cuenta de que el sol resplandecía antes de lo acostumbrado. Franklin se dio cuenta de la cantidad de aceite que se podría ahorrar durante la noche si la gente se despertara antes para hacer sus tareas.
 
No fue hasta la I Guerra Mundial cuando el cambio de horario se llevó a gran escala. Alemania fue el primer estado en aprobar el cambio de hora para reducir las horas de iluminación artificial y así ahorrar carbón que podría utilizarse en la guerra. Pronto amigos y enemigos siguieron su ejemplo.
 
 En Estados Unidos una ley federal estandarizado el inicio y fin del horario de verano en 1918, para aquellos Estados que eligieron respetarlo.
 
Durante la Segunda Guerra Mundial los Estados Unidos obligó a todos los estados a establecer el horario de verano para el ahorro de energía como una forma de guardar recursos durante la guerra.
 Durante el embargo de petróleo árabe en  1973-74, los Estados Unidos volvió a establecer una vez más el horario de verano.  Treinta años más tarde se promulgó la ley de política energética de 2005, que obliga a extender el horario de verano a partir de 2007.

continua

http://www.nationalgeographic.es/noticias/ciencia/horario-de-verano