Por: Fernando Egaña
¿Para qué está sirviendo la OEA? Porque para hacer valer, por ejemplo, la Carta Democrática, es obvio que la OEA no está sirviendo para mucho o más bien para nada. Mucho ruido hubo, es cierto, cuando el desalojo del presidente Zelaya de la presidencia hondureña por parte del Congreso y las Fuerzas Armadas.
Pero mucho silencio también ha habido en numerosos episodios de zarpazos inconstitucionales al sistema de derechos democráticos, perpetrados por gobiernos claramente autoritarios que, no obstante, siempre consiguen la bendición declarativa del secretario Insulza. Y si la salsa que es buena para el pavo también lo debería ser para la pava, todavía se espera, y después de muchos años, que esa salsa siquiera se ponga a calentar.
continua
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