miércoles, 2 de noviembre de 2011

Los renunciantes


“La renuncia es el viaje de regreso del sueño”,  proclamó en inolvidable verso el poeta del pueblo venezolano, Andrés Eloy Blanco.  Pero este aserto no aplica para los enhiestos líderes que, para facilitar el triunfo de la oposición unida, renunciaron a sus legítimas aspiraciones presidenciales en la Venezuela martirizada por el neo comunismo de Chávez.
Ellos son César Pérez Vivas, gobernador del fronterizo con Colombia estado Táchira, un luchador consecuente e insobornable; Antonio Ledezma, Alcalde Mayor de Caracas, un modelo de perseverancia y coraje;  Oswaldo Alvarez Paz, quien brilló como presidente de la Cámara de Diputados, gobernador del Zulia y candidato presidencial; y Eduardo Fernández ex presidente de la Unión Mundial Demócrata Cristiana y figura cimera de los años de convivencia y pluralismo.
Parece que estamos viviendo el tiempo de los jóvenes y se perfilan como favoritos en la carrera presidencial para rescatar a Venezuela del fracaso chavista: el gobernador zuliano Pablo Pérez, un muchacho afectivo, con experiencia gobernante, político ecuánime y orador eficiente; Leopoldo López, de reconocido éxito como alcalde, organizador talentoso y fajador político; María Corina Machado, carismática, polemista de lujo y culturalmente luminosa; y Henrique Capriles Radonski con buen desempeño como diputado, alcalde y gobernador.
Jóvenes, “adultos contemporáneos”, más maduros y viejos, todos los activistas de la oposición venezolana tienen claro que deben trabajar juntos, abrocharse, para derrotar la pesadilla chavista y encaminarse a reconciliar al pueblo crispado por Chávez, para reconstruir la democracia y derrotar la pobreza ensanchada por el actual régimen hasta límites insufribles.
Es la unidad de la oposición la clave y no los candidatos. En verdad todos los aspirantes opositores son idóneos, o en el peor de los casos, infinitamente mejores que Chávez. En ese sentido Venezuela es muy afortunada.
Lo único que en lo particular lamento a estas alturas de mi optimismo, es que Venezuela se privó de ser dirigida por el hombre que mejor se preparó para ser su Presidente, me refiero a mi hermano del alma Eduardo Fernández.