Eduardo Massieu-Paredes
Podemos seguir siendo cómplices silentes de una democracia inexistente para estar tranquilos
Recomendada por un profesor al que le tengo mucha estima, fui con mi novia a ver la película La Duda. A lo largo del largometraje se plantean una serie de interrogantes morales que, dada su similitud con varios escenarios políticos a los que se enfrenta la sociedad venezolana, vale la pena resaltar. La trama principal trata sobre los desafíos al que se enfrenta una comunidad católica, al observar cómo el sacerdote de la escuela "presuntamente abusa" de un estudiante. Ante el dilema de ignorarlo o acusarlo se encuentran dos monjas, una madre superiora directora de la escuela y una hermana, profesora del jovencito. Entorno a la verdad de las acusaciones se debate la cinta: hacer o no la denuncia pública; están o no las religiosas en la obligación de incriminarlo con sus superiores; hasta qué punto están dispuestas a llegar para encontrar la verdad. Una verdad que una vez descubierta determinará las acciones a seguir.
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http://opinion.eluniversal.com/2009/04/13/opi_art_la-duda_1341154.shtml
