martes, 7 de mayo de 2013

Maduro y Ledezma en tiempo de mequetrefes


jalexisortiz@hotmail.com

Nicolás Maduro llamó mequetrefe al Alcalde Mayor de Caracas Antonio Ledezma, hombre inteligente y sereno. El lenguaje del usurpador presidencial no sorprende a nadie, porque en el curso de terrorismo que Maduro hizo en Cuba, la virulencia era una materia obligatoria. El maestro ruso le repetía todas las mañanas:

-El revolucionario verdadero nunca discute, siempre insulta. Su propósito no es convencer sino atemorizar. No olviden que el adversario es un gusano imperialista que no merece la vida y mucho menos el respeto.

Como hay que educar a Maduro, es necesario decirle que mequetrefe alude a gente entrometida, bulliciosa y de poco provecho según el DRAE. Es palabra portuguesa formada por meco (libertino, astuto, malicioso) y trefe (travieso). Tiene además un remoto origen del hebrero y el latín.

O sea que el calificativo engarza más con Chávez y sus discípulos que con Ledezma y los demás comprometidos con el diálogo y la tolerancia. Nicolás Maduro trata de ofender a Antonio Ledezma y lo que logra es revelarse como ignaro.

La conducta de Maduro es cada vez más patética por lo confusa, quejumbrosa e insolente. La presidencia que usurpó después de perder las elecciones con Capriles Radonski le quedó muy grande y por eso depende cada vez más de quienes lo manipulan:

Los hermanos Castro de la Cuba comunista proxenetas de Chávez ayer y de Maduro hoy.

Diosdado Cabello, ese gordito codicioso y represivo, aliado de los narco generales, empeñado en defenestrar a Maduro sin dejar de simularle fidelidad.

La añosa Cilia, cuya tarea cotidiana es inyectar de rabia de perro lobo a Maduro, para que el hombre que es inseguro y quebradizo, no se les deprima.

El resto del entorno. Cada uno jugando su propio juego sin preocupaciones colectivas. Para ellos la revolución sólo es un señuelo que permite gobernar sin responsabilidad.

Los banqueros, industriales y boliburgueses encompinchados con Diosdado para arruinar a Maduro y sacudirse a los cubanos.

Mientras el fango chavista se agita, Antonio Ledezma, junto a los demás líderes de la oposición democrática, viven para el rescate de la Democracia y la reconciliación entre los venezolanos.