Raul
Lopez-Perez
Ya lo afirmé la pasada semana cuando comentábamos
la oposición de algunos a que se
invocara a Dios al comienzo de las sesiones de
la Comisión de la Ciudad de Miami:
"Vacío de Dios".
Es la ausencia
de Dios en nuestras vidas la causa principal de la violencia, de las
drogas, de la corrupción, de tantos males que sufre nuestra sociedad. Hemos sacado a Dios de nuestras vidas y lo
hemos sustituido por un extremo materialismo, por una sociedad laical.
También contribuye a agravar los males la
excesiva facilidad para obtener las armas. Es cierto que la Constitución
nacional lo permite. Pero también es
cierto que la Constitución es complementada y regulada por leyes, como las
leyes son reguladas por los reglamentos. Se debe legislar para que cumpliendo con la Constitución
se pueda comprar armas, pero también regular la prohibición de compra de armas de guerra, regular la cantidad
de armas, regular las condiciones para comprarlas. Si regulamos como obtener
una licencia para conducir vehículos, igualmente podemos regular las
condiciones psíquicas y morales para la tenencia de armas.
"Señor", dale luces a nuestros legisladores y gobernantes para conducirnos a una sociedad pacífica y
edificante. "Moral y Luces",
como decía el Libertador Simón Bolivar. "Señor",
danos luces a todos para re encontrarnos contigo,
para procurar el bien, para proteger la vida, para amarnos como hijos tuyos.