24 DE FEBRERO DE 1895
Luis Conte Agüero
Escribir lejos de los archivos sobre historia de un país es practicamente imposible. Claro que la historia de Cuba no escapa a esta realidad. Quien busque aproximarse a la verdad tiene que consultar diversos textos, comparar, meditar, especialmente cuando no se consulta a historiadores sino a los atrevidos que ocupan en temas tan claves pulgadas de espacio en los diarios. Escandaliza leer las mentiras, los inventos, los disparates que más que a luz se dan a sombra. De modo que en estas líneas sobre el 24 de Febrero –en este caso con F mayúscula y otros gritos independentistas de la patria cubana, me circunscribo sin adjetivos a datos básicos tomados de varias publicaciones, aduciendo también la excusa de las actividades que nos devoran como tiburones y, repito, no tener acceso a fuentes que en la Isla podrían iluminarnos.
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