El futuro pertenece a los biocombustibles
PRODUCIR BIOCOMBUSTIBLES ES UNA PRIORIDAD EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE
TYLER BRIDGES
La mayoría de los países de América Latina y caribeños se están apresurando a crear planes para comenzar a exportar biocombustibles para el 2010, sin dejarse amedrentar por el hecho de que Brasil esté a la cabeza de todos en la región con su producción de etanol.
Las autoridades gubernamentales en América Latina y el Caribe dicen que quieren ayudar a reducir el calentamiento global y mejorar la salud pública produciendo un combustible menos contaminante. Pero el motor principal es el deseo de crear empleos, atraer nuevas inversiones y crear exportaciones hacia Estados Unidos y Europa.
''Es una forma de energía más limpia, más barata y producida localmente'', dijo David E. Lewis, que estudia el desarrollo de los biocombustibles en América Latina y el Caribe para Manchester Trade, una firma consultora con sede en Washington, D.C.
Brasil es el único país de América Latina y el Caribe que actualmente exporta biocombustibles a Estados Unidos a partir de una cosecha doméstica. Compañías en Jamaica, Trinidad, Costa Rica y El Salvador están importando el etanol producido a partir de la caña de azúcar de Brasil, procesándolo y después embarcándolo libre de impuestos a Estados Unidos, bajo la Iniciativa de la Cuenca del Caribe y el Tratado de Libre Comercio de Centroamérica.
Este enfoque le permite a las compañías brasileñas evadir la tarifa de 54 centavos por galón que tendrían que pagar por el etanol importado directamente desde Brasil.
El gigante sudamericano produjo 4,500 millones de galones de etanol en el 2006, solamente un poco menos que Estados Unidos, según datos de British Petroleum, que sigue de cerca el tema.
Al igual que en Brasil, casi todos los planes futuros en el resto de América Latina y el Caribe involucran etanol producido a partir de la caña de azúcar, ya que el derivado del maíz y el biodiesel a partir del aceite de palma o del frijol de soja es actualmente demasiado costoso, dijo Manlio Coviello, especialista en energía que trabaja en la Comisión Económica de América Latina y el Caribe, una agencia de las Naciones Unidas con sede en Santiago, Chile.
Con planes de sembrar caña de azúcar en el estado de Piura, al norte de Perú, Maple Energy tiene uno de los proyectos de etanol más ambiciosos después de Brasil. La compañía cuya casa matriz radica en Dallas, piensa desarrollar 20,000 acres de tierras baldías para empezar a producir etanol de caña de azúcar a fin de exportarlo a Estados Unidos y Europa en el 2009. Se espera que el proyecto tenga un costo de $157 millones.
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