Carlos Fernández, ex presidente de Fedecámaras:
"A Chávez lo sacará del poder el mal manejo de la economía nacional"
Caracas, agosto 8 (Elizabeth Ostos).-El ex presidente de Fedecámaras, Carlos Fernández, una de las figuras públicas que más atención y noticias generó en los años recientes, asegura desde Miami en donde reside, que no se arrepiente de haber liderado el paro petrolero de 2002 y 2003, junto al dirigente sindical Carlos Ortega y al ex gerente petrolero Juan Fernández.
"Haría exactamente lo mismo en este instante, convocaría a otro paro y asumiría mi responsabilidad, no evadiría nada ni le daría la espalda al movimiento opositor, como lo han hecho muchos", sentenció el ex dirigente empresarial.
"Creo que hicimos lo correcto en cuanto a tomar la dirección política de la oposición a Chávez, desnudamos al régimen ante el mundo, todos saben el carácter antidemocrático de este presidente que no es legítimo. No me arrepiento de nada de lo que hice en estos años y estoy en Estados Unidos pues mi vida y la de mi familia corría peligro. Si me hubiese quedado en Venezuela, quizá no estaría con vida", dijo Fernández.
En conversación exclusiva con Notitarde, en un restaurante de la ciudad de Miami, Fernández asegura que sigue muy de cerca la lucha del pueblo venezolano. "La gente está clara en que el Gobierno de Chávez sólo quiere el poder a toda costa y de manera indefinida, no creo en salidas fáciles o cómodas a la crisis política que aún sacude a Venezuela; se avecinan tiempos duros para nuestro país y para quienes aman la Democracia".
Desastre en puertas
El ex dirigente empresarial, quien desde hace tres años reside en Estados Unidos, estima que el Gobierno de Chávez, "ha sido el que peor ha manejado la economía en toda la historia contemporánea del país. Hay más hambre, miseria y desempleo, pese a que al país entran miles de millones de dólares por concepto de los altos precios del petróleo. Es imperdonable que el dinero de los venezolanos sea derrochado y regalado en otros países".
Sostiene Fernández que "la industria de Venezuela está prácticamente desmantelada; tenemos una economía de puertos que sólo recibe manufacturas hechas en otros países que inundan a nuestro mercado. Con esta competencia desleal no hay industria criolla que surja o compita. Estamos llenos de buhoneros y de sub empelados que contribuyen con la distribución de productos de otras naciones..."
-¿Se justifica en estos momentos un control de cambios en Venezuela?
-Jamás y nunca. Ese control obedece a directrices políticas que buscan arrodillar y mediatizar al empresariado; esto se está haciendo con eficacia. Se está asfixiando a la economía con la ausencia de dólares para importar y, sobre todo, para producir bienes que dinamicen las muy deterioradas industrias locales.
Vaticina Fernández una alta inflación a fines de año: "el gasto público es muy alto, es excesivo e irresponsable, se bota el dinero a manos llenas, se inunda al mercado de bolívares y éstos están represados por el control de cambios. Esto genera inflación y es falso que el Gobierno esté controlando a este flagelo; al contrario, se está potenciando. La inflación seguramente superará el 20% a fines de 2007".
"Con toda responsabilidad aseguró que el propio gobierno de Venezuela está cavando su propia fosa, cuando medio bajen los precios del petróleo no se cómo Chávez va a atender a las necesidades del país, al compromiso con países de sus aliados políticos y, de paso, cómo va a seguir pagando lealtades a sus adeptos. Es una verdadera encrucijada. A Chávez lo sacará del poder el mal manejo de la economía nacional", sentenció el ex dirigente empresarial.
Duro exilio
Carlos Fernández, aseguró que su exilio en Miami ha sido muy duro y no duda en afirmar que quienes lo cortejaban en tiempos anteriores desaparecieron de su entorno. Ni una llamada, un email o un saludo en alguna visita fugaz a la ciudad floridana. Fernández vive en Weston junto a sus dos hijos adolescentes y asegura que se gana la vida en un negocio que no tenía relación directa con sus actividades empresariales en Venezuela. Ahora tiene licencia de real state, que lo faculta para vender inmuebles. "Estoy en un negocio difícil en estos momentos de recesión en Estados Unidos. Aún así puedo vivir y darle confort, seguridad y educación a mis hijos"
Se mantiene en un limbo judical. Su solicitud de asilo político no ha sido aprobada pese a que asegura haber cumplido con todos los requisitos que exigen las leyes americanas. "Tengo mi permiso de trabajo al día y cada seis meses debo presentarme ante las autoridades de inmigración a ver si han resuelto algo con mi caso. Responsablemente digo que el Gobierno americano no ha tomado una decisión concreta por las fuertes presiones del gobierno de Venezuela que me acusa de golpista y terrorista, cuando los terroristas están en otras partes, convictos, confesos".