lunes, 29 de abril de 2013

Diosdado: te conozco mascarita


jalexisortiz@hotmail.com
                                                          
“Las dictaduras fomentan la opresión, las dictaduras fomentan el servilismo, las dictaduras fomentan la crueldad; más abominable es el hecho de que fomentan la idiotez”.

Jorge Luis Borges.

En los carnavales caraqueños de los años cincuenta y los tempranos sesentas, del siglo recién pasado, pululaban las negritas, muchachas y hasta señoras que aprovechaban los disfraces para atrevimientos imposibles en sus tiempos sin máscaras.

De vez en cuando un parroquiano descubría la personalidad de una de esas negritas que el antifaz disimulaba, lanzándole la demoledora advertencia:

-Te conozco mascarita.

Con la misma frase los venezolanos de hoy pueden poner al descubierto al enmascarado, literalmente de plata, Diosdado Cabello, uno de esos tipejos mediocres que Chávez nos dejó en herencia envenenada.

Ya en la academia militar sus condiscípulos lo llamaban Diablodado, por el sadismo con que practicaba los castigos corporales a los cadetes de menor jerarquía. O sea que la crueldad de este gordito codicioso viene de atrás.

Y como todos los idiotas están convencidos del cretinismo del prójimo, Diosdado cree que logra engañar a los venezolanos fingiendo que él es más chavista que Chávez. Pero la gente que no está embrutecida por la estolidez comunista, ya se percató de la mentira del gordito represivo.

Todos sabemos que nadie más que Diosdado Cabello está jugando al fracaso del usurpador Maduro. El esconde esa estrategia en un radicalismo contra la oposición, precisamente para que no lo descubran como antichavista.

Diosdado tiene un gran rencor contra Chávez y contra los amos de Maduro, fidel y Raúl Castro, porque no lo seleccionaron a él como heredero. Su sed de revancha es insaciable y por eso empuja a su rival Nicolás hacia la radicalización y el sectarismo, porque el gordito sabe que por ese camino el gobierno del usurpador no tiene futuro.

Diosdado Cabello tiene aliados poderosos en el sector militar obediente al narcotráfico y, cosa curiosa, en una buena parte de la oligarquía criolla –y no sólo de los boliburgueses.

Los Castro por necesidad financiera del comunismo cubano, Maduro por bobo y Diosdado por astuto y perverso, están conduciendo a Venezuela al despeñadero. Ya comenzó la represión abierta. Las amenazas al presidente electo Capriles Radonski y a otros líderes democráticos. La arbitraria detención del pacifista general Antonio Rivero. Ya los que tienen rabo de paja rojo rojito se están arrimando a la candela.

Mientras tanto, como escribió el maracucho Alvarez Paz: “Todos estamos en libertad condicional. El país un desastre en todos los ámbitos y, Maduro otra vez en La Habana, rindiendo cuentas y recibiendo peticiones”.