Antonio A. Herrera-Vaillant
En Venezuela entramos en una fugaz etapa que evoca la efímera existencia de un plátano, ó maduro como se dice popularmente.
El plátano es frágil fruto de hierba perenne cuyo tronco se compone de múltiples vainas. Nace y crece en racimo, y su vida autónoma es sumamente corta a partir de la maduración.
En escaso tiempo sus partes se tornan babosas, pasando rápidamente a un estado de putrefacción que atrae numerosas moscas. Luego sirve apenas para abonar.
En su apogeo al plátano se le puede comer crudo, sólo o picadito en ensalada de frutas - pero en dosis pequeñas - pues en mayor cantidad empalaga y se hace altamente indigesto.
continua
http://textosyanexos.blogspot.com/2013/04/crudo-frito-flambe-o-asado.html
\