Por Zoé Valdés
Yo acuso al silencio tejido en nombre de una revolución alrededor de una isla: mi país.
Yo acuso al cómplice e ignorante silencio de aquellos que teniendo libre acceso a la información contribuyeron a impedir que el mundo sepa de la humillación y del dolor del pueblo cubano.
Yo acuso a la insensibilidad y a la desidia de los medios de comunicación internacionales (empezando por la ONU y la OEA).
Yo acuso a la CNN, entre otros medios de comunicación.
Yo acuso la ceguera y el acomodamiento. Yo acuso a los colaboracionistas que enriquecen sus bolsillos con el dolor ajeno.
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