BY AMERICO MARTIN
El viraje latinoamericano hacia una sana moderación ha sido mucho más brusco y pleno que el efímero fenómeno de la radicalización de principios del nuevo milenio. Tomemos el caso de Ecuador. Su insondable crisis es inaprensible: no pareciera ser un clásico levantamiento militar de índole pinochetista, ni una militarada ``progresista'' similar a la patentada por Perón, Velasco Alvarado, Noriega o Chávez. Se trata de una protesta social muy honda. No obstante no se justifica una salida de fuerza, y en todo caso la democracia ecuatoriana no debe morir. Pero lo que me parece evidente es que Ecuador ya no es una plaza estable del ALBA, y que de sobrevivir a este vendaval, el presidente Correa probablemente se alejará del conflictivismo plagado de anacronismos ideológicos, y buscará una relación más constructiva con el norte y con el sur.
Read more: