“Fui a buscar un auto. Ellos me ofrecieron un precio y me lo llevé”. Cuenta Carlos, que pidió mantener su identidad en reserva, debido a su profesión en el ámbito público.
“A la semana me llamaron para decirme que necesitaban 1.500 dólares más. Les dije que no tenía dinero y que ya les había dado lo que tenía”.
Carlos, había solicitado un lease (alquiler) de un Honda Accord del año y entregó, como parte de pago, su Ford Escort y dinero en efectivo. Recuerda que utilizaron como excusa el banco que le financiaba parte de su deuda. “Me dijeron que iban a ver que hacían con el banco. Como a los tres o cuatro días me llamaron y me dijeron que nada más necesitaban mil dólares”. El hispano volvió a repetir que tampoco contaba con ese dinero. “Al día siguiente volvieron a llamar y me pidieron 500 dólares. Entonces les dije que no, que no tenía dinero y el sábado siguiente fui y les entregué el auto”. “Cuando llegué a la agencia me dijeron que no, que esperara”. “Entonces vino el gerente a verme y al final dijo que no era necesario ningún dinero. Yo les dije que ya de ninguna forma quería ese contrato. ¿Por qué si me estaban pidiendo 1.500 dólares hacía una semana y al final decían que no hacía falta?….me parecía que eso estaba mal, que era incorrecto. Me sentí estafado”.
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