Alexis Ortiz
Evo Morales se complace en ser marioneta de Chávez, como este se deleita en el papel de paje de Fidel Castro. Todo esto no pasaría de ser una mala comedia, sino fuera por la ruina económica, moral y política que el siniestro trio ha producido en cada uno de sus países. Ahora, siguiendo los lineamientos de Cuba que Venezuela financia, el régimen de Evo Morales ha decidido perseguir a los ex presidentes Jorge Quiroga, Carlos Mesa y Eduardo Rodríguez. Ninguno de los tres ha cometido ningún delito, incluso dos de ellos, Quiroga y Mesa, han sido señalados de colaboracionistas con Morales. Pero el caudillo cocalero disfrazado de indígena es implacable, quiere a sus adversarios en la cárcel, como el gobernador de Pando, o en el destierro como los demócratas Gonzalo Sánchez Lozada, Branko Marinkovic y Carlos Sánchez Berzaín. Mientras tanto la opinión mundial observa con apatía el oprobio en Bolivia. Ya es hora de que la gente libre del mundo reaccione. Evo Morales y su titiritero García Linera, agente de Castro y Chávez, están lanzando a Bolivia, un país de gente pacífica y laboriosa, por el despeñadero.
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