Alexis Ortiz.
Matar a un ruiseñor
La comunidad democrática mundial se vio conmovida por el deceso del disidente cubano, atropellado por el despotismo de los hermanos Castro, Orlando Zapata Tamayo. Hasta el presidente del gobierno español, el siempre complaciente con Cuba, Rodríguez Zapatero, esta vez se vio obligado a protestar contra el ensañamiento castrista que condujo a la muerte a un hombre sencillo, a un obrero cuyo único delito fue reclamar libertad pacíficamente. Llamó la atención en este deplorable caso, la actitud ambigua del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva. Lula se está desdibujando con su empeño en ser el protector de caudillos impresentables como Fidel Castro, Hugo Chávez y el teócrata Ahmanidejad………
Buenos ejemplos de CAP y Uribe
Cuando el ex presidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez fue condenado por la Corte Suprema de Justicia, en uno de los juicios más infames de la historia de la judicatura, él no se alzó ni puso en peligro la legalidad, sino que aceptó el veredicto y entregó el poder serenamente. Ahora es el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, eficiente y popular, quien da una paradigmática muestra de respeto a las instituciones, al asumir sin sobresaltos el dictamen del máximo tribunal de su país, contra una segunda reelección presidencial. ¡Actitudes muy distintas a las de la dictadura hereditaria cubana y el enojoso continuismo de Chávez!
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