Unidos también en la liberación de los presos políticos: cubanos y venezolanos.
Horacio MedinaJusto al momento que en Caracas un grupo de familiares presentaban la postulación de ocho presos políticos a la Asamblea Nacional, en Cuba se anunciaba la muerte (¿o será mejor definirlo como asesinato?), de un preso político que permaneció durante 89 días en huelga de hambre, su nombre, Orlando Zapata Tamayo, el nombre de todos los presos políticos, el nombre de la dignidad. Un régimen consistentemente despiadado que durante cincuenta años, ha permanecido en el poder, lo permitió y, tal vez, lo estimuló, en su perversa concepción de trasmitir un mensaje a los demás presos políticos, un mensaje de escarmiento. Lo cual no sucederá y tendrá un efecto contrario, en la resistencia de la disidencia cubana. Entre tanto, su, ahora máximo líder visible, Raúl Castro, asistía a la Cumbre en México, donde sentado y compartiendo con “demócratas con vendas acomodaticias en sus ojos”, hablaba de integración, democracia y paz. También estaba allí el teniente coronel golpista, Hugo Chávez Frías, el mismo que pretende, hasta ahora con relativo éxito, conducir a Venezuela por el mismo camino que el castrismo ha conducido al pueblo cubano por cinco décadas.
Continua:
http://www.laempresaprivada.com/blog204.pdf
