
El irse de compras, sin saber porqué
Por: Ricardo Tribín Acosta
Todas las adicciones implican dependencia y, aunque la substancia o el elemento sean diferentes, al final todas tienen las mismas tres características: Negación, Obsesión y Compulsión, en donde la Negación es aquello que impide ver la realidad en su verdadera magnitud; siendo la Obsesión la idea fija que lleva a hacer las cosas casi como un autómata y la Compulsión, la que impide detener la acción hasta que no se toque un fondo.
En esta ocasión hablaré de los compradores que lo hacen para escapar de si mismos y de sus sentimientos, y compran más y más, aunque ya tengan mucho de ello. Su afición no son las compras en si, sino que la sintomatología de su enfermedad se manifiesta en el comprar y comprar, sin control alguno.
El adicto o la adicta a las compras tienen en común con otros adictos un vacío interior que quieren llenar con un comportamiento equivoco. Su actividad se despliega a través de una posición bastante egocéntrica, acompañada de un singular complejo de inferioridad. Tienen un problema? Entonces se van al centro comercial. No tienen plata, pero aun cupo en sus tarjetas de crédito? pues a comprar se dijo; pasan por momentos de éxito y felicidad? a celebrarlos comprando toca.
Continua: