
Son tiempos difíciles para el sector privado. Una revolución comunista aspira abolir la propiedad de los medios de producción. Así, todas las empresas pasan a ser del Estado... y sus empleados también. Cuando vemos que algunos empresarios se han mantenido en Venezuela y, contra viento y marea, defienden a sus respectivas empresas nos sentimos contentos. Cualquiera de ellos ha podido irse del país y refundar sus