viernes, 10 de agosto de 2007

LOS ATAQUES DE CHAVEZ A LA IGLESIA


No es raro que Chávez insista en atacar a la Iglesia Católica. Por una parte, el presidente de Venezuela se caracteriza por su despiadada confrontación con todas las instituciones y con todas las personas que tengan opiniones distintas a la suya. Por la otra, su intoxicación intelectualoide lo hace declarar las afirmaciones más absurdas, falsas y contradictorias.

Resulta oportuno entonces recordar algunos hechos en torno a la Iglesia, a la Santa Iglesia Católica. Y comenzamos por tratar este tema tan controversial: Si, la Iglesia Católica es santa, porque santo es su fundador Jesucristo, y santos son sus fines: la salvación y santificación de todos los hombres a través de su doctrina y sus sacramentos. Desde luego no somos santos los hombres que integramos la Iglesia. Jesús la fundó con unos rudos pescadores y uno de ellos lo traicionó, otro lo negó y casi todos se acobardaron ante los enemigos de la cruz.

Pero a pesar de nosotros los hombres, que conformamos la Iglesia, ésta ha permanecido por más de 20 siglos y permanecerá hasta el final de los tiempos, a pesar de todos sus enemigos de adentro y de afuera. La Iglesia Católica es el fruto del judaísmo, nuestros antecesores a quienes respetamos y queremos. Desde que se fundó y por más de diez siglos decir Iglesia Católica y Cristianismo ha sido lo mismo. Entonces ocurrió la primera escisión y se alejaron nuestros hermanos los ortodoxos griegos de quienes nos separa apenas el seguimiento a la jerarquía papal; y 500 años más tarde ocurrió la reforma protestante que dio origen a un grupo de comunidades eclesiales a las que llamamos los “hermanos separados” (presbiterianos, evangélicos, episcopales, bautistas, etc.) y que tienen tanta oportunidad de salvarse como los católicos, con tal de cumplir los mandamientos de la Ley de Dios –la ley natural- y especialmente el Mandamiento nuevo del “Amor”: Amarás al Señor tu Dios con toda tu mente y corazón y al prójimo como a ti mismo” No me extiendo en esta ocasión mencionando las miles de sectas que han surgido en los últimos tiempos, que cuando se trata de gente autentica y de buena fe igualmente se salvarán, -Dios quiere que todos nos salvemos-

La enseñanza de lo expuesto es que la Iglesia permanecerá a pesar de sus enemigos. La Iglesia merece respeto. Con todos los problemas y fallas que se le atribuye la Iglesia sigue siendo la institución más confiable y de más seguidores. Por tantos miles de venezolanos que profesamos su fe, el Sr. Presidente de la República debiera respetarla y oírla. Sus ataques me recuerdan al emperador Napoleón –aquel menos chavacano, estridente y vulgar- qua al no lograr que el Papa de entonces se doblegara ante él lo amenazó con destruir la Iglesia, a lo que el papa, humildemente le contestó: “Descuide, General que nosotros mismos no hemos logrado destruirla”.



Bartolomé Pérez.