EL CLON ORTEGA. Las carreras que pegaron el martes tanto el presidente nicaragüense como los miembros más cercanos de su comitiva dieron cuenta de la angustia que los embargaba. Faltando pocos minutos para su intervención ante la Asamblea General de la ONU no le había llegado el discurso que desde Caracas le había escrito, de su puño y letra, el presidente venezolano. Chávez se lo iba a entregar el lunes en Nueva York tal y como había hecho -sólo apuntes en este caso y un “maletincito de viaje”- con Evo Morales a través del inmaduro canciller venezolano, en una pequeña parada realizada en Maiquetía. En la ONU sería un edecán venezolano el que se lo entregaría ante la ausencia del mandatario venezolano, pero que por errores de logística no llegó a tiempo a la ciudad de los rascacielos. Llamadas telefónicas, faxes y correos electrónicos no pudieron completar a tiempo el discurso con un guión antiimperialista redactado en Miraflores. Ortega tuvo que improvisar en los temas de los que no recibió los textos. Su defensa del desarrollo nuclear iraní; de la Cuba bloqueada; de Chávez y su gobierno magnánimo; del Chile de Allende y otros puntos hicieron que el discurso pareciera de la época de la Guerra Fría, ya que Daniel tenía 18 años que no asistía al foro. Al terminar su intervención, una llamada de su mentor venezolano le reclamó haber usado la frase “capitalismo global imperialista” en vez de “imperialismo salvaje” como le había recomendado. El “chulete nica” viajó, otra vez, en un Falcon de Pdvsa.
EL BLOG DE NELSON BOCARANDA