BY CARLOS BALL
Argentina, Cuba y Venezuela gozaron de monedas fuertes y respetadas que conservaban el poder adquisitivo en los tiempos cuando los bancos centrales eran instituciones serias e independientes, por lo que los gobernantes no podían robar a la población imprimiendo billetes, aumentando el circulante, borrándole ceros a los billetes, ni apodando de ``fuerte'' a la moneda nacional. Hoy los ``pesos'' de esos países no pesan nada y el llamado ``bolívar fuerte'' es un insulto a la memoria del libertador Simón Bolívar.
Desde la impactante devaluación del bolívar en enero, la moneda venezolana sigue en caída libre, acentuada en abril por el robo (llamado expropiación) de las instalaciones de la empresa de alimentos Polar en Barquisimeto, Estado Lara. Polar se convirtió, durante la segunda mitad del siglo XX, en una de las más eficientes y exitosas empresas industriales venezolanas. Comenzó operaciones durante la Segunda Guerra, compitiendo con compañías establecidas y mucho más grandes, pero logró crecer y aumentar sus ventas con buena gerencia y ofreciendo excelentes productos. Eso, claramente, molesta y provoca envidia a gobernantes comunistas que entonces se empeñan en entorpecer sus operaciones y perjudicar a los accionistas, pero mucho más a los trabajadores de la empresa y a los millones de venezolanos que consumen sus productos de calidad, a precios competitivos.
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http://www.elnuevoherald.com/2010/05/03/710441/carlos-ball-socialismo-devaluador.html#ixzz0mxV94uGc