lunes, 22 de octubre de 2012

La nueva muerte de Fidel Castro



Carlos Alberto Montaner

 Cada cierto tiempo se esparce el rumor de la muerte de Fidel Castro. Es casi una costumbre. Rutinariamente, los medios de comunicación ponen al día sus obituarios y se preparan para el gran entierro. Esta vez “la noticia” partió de Venezuela y parecía verosímil. Fidel llevaba varios meses en silencio total y se decía que era la consecuencia de un severo episodio cerebro vascular que casi lo había liquidado. Como se trata de un anciano de 86 años gravemente enfermo, no era nada sorprendente. A estas alturas, lo extraño no es su muerte, sino su terca insistencia en mantenerse vivo. Parecía acertado morirse en el 50 aniversario de la Crisis de los Misiles. Todo un amable detalle histórico.
 
Al fin y al cabo, se sabe que su mausoleo está listo en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, a 765 kilómetros de La Habana, muy cerca de la tumba que guarda los restos mortales de José Martí. Se sabe, también, que el muy previsor Raúl Castro tiene escrito el parte de prensa y muy ensayada la liturgia del esperado deceso. Si hay algo que no va a sorprenderle es la muerte de su hermano. Él es una persona organizada. Siempre ha estado pendiente y dependiente de Fidel, y así será hasta el último minuto. No ignora que Fidel le moldeó totalmente su existencia desde que era un adolescente. Cuando Raúl piensa o dice que “le debe la vida a Fidel” es algo rigurosamente cierto. Fidel “lo hizo” de punta a rabo, como el escultor que talla una figura de madera. Como Gepeto hizo a Pinocho.

http://www.elnuevoherald.com/2012/10/21/1325811/carlos-alberto-montaner-la-nueva.html#storylink=cpy