LA HABANA
Un joven de 23 años fue encontrado muerto el miércoles en Madrid en el tren de aterrizaje de un avión de la aerolínea Iberia procedente de La Habana.
Las autoridades españolas identificaron al joven como Adonis G.B., quien presentaba señales de aplastamiento con heridas en el tórax y la cabeza. Un juez se desplazó hasta el Aeropuerto de Madrid-Barajas para ordenar el levantamiento del cadáver.
Ileana Ros-Lehtinen, congresista republicana de la Florida y jefa del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, lamentó la tragedia. Dijo que muchos cubanos intentan escapar de la dictadura castrista sin medir los peligros que representan para sus propias vidas.
“Aunque no sé los detalles de este caso, no me sorprende que los cubanos tomen drásticas medidas para salir de la represión de la dictadura de los Castro”, declaró Ros-Lehtinen en un correo electrónico enviado a El Nuevo Herald.
Ros-Lehtinen hizo votos para que la noticia supere los filtros y el control gubernamental y se dé a conocer en Cuba para que otros cubanos entiendan el riesgo de viajar en condiciones extremas.
“Los cubanos están desesperados por conseguir la libertad y las oportunidades económicas y llevarán a cabo los planes más peligrosos para salir”, agregó.
El doctor Julio César Alfonso, presidente de la organización Solidaridad Sin Fronteras, en Miami, comentó que las probabilidades de sobrevivir en un tren de aterrizaje son escasas debido a la falta de oxígeno, la altura y las bajas temperaturas en un vuelo de unas 10 horas, entre otros factores.
“En primer lugar un tren de aterrizaje no está debidamente acondicionado para una persona, por lo tanto no tiene el aislamiento necesario”, manifestó Alfonso.
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