jueves, 16 de junio de 2011

LA CALUMNIA COMO ESTRATEGIA DE CRIMINALIZACION.

Por Alejandro Peña Esclusa
 
Aunque mi encarcelamiento fue el resultado de un burdo montaje policial, estuvo precedido de una estrategia propagandística muy bien concebida, basada en la calumnia y en la descalificación sostenida durante años. Este esquema se ha utilizado contra todos los prisioneros políticos venezolanos, y funciona de la siguiente manera:
 
Periodistas pagados por el castro-comunismo internacional -como por ejemplo, Jean Guy Allard- escriben algún artículo de opinión, cargado de calumnias. Posteriormente, una agencia de prensa o un medio del Estado -como Venezolana de Televisión- lo difunde masivamente, pero ya no como artículo de opinión, sino como una noticia confirmada.  Finalmente, esa presunta  “información” es incluida como prueba en un expediente judicial, para condenar injustamente a un adversario del régimen.
 
Con esta estrategia se logra que la opinión pública no reaccione contra la injusticia cometida, porque ha sido previamente contaminada con la falsa propaganda.
Si alguien se toma la molestia de colocar “Peña Esclusa” en cualquier buscador de Internet -por ejemplo Google- podrá comprobar que he sido acusado de los crímenes más inverosímiles.
 
Según mis adversarios, soy culpable de todo lo siguiente: estuve involucrado en un complot para asesinar al Papa Juan Pablo II; formé parte de una organización denominada Tradición, Familia y Propiedad (TFP); dirijo un grupo neo nazi y un movimiento europeo de cabezas rapadas; soy un dirigente de la ultra derecha internacional; organicé golpes de Estado en varios países latinoamericanos; soy agente de la CIA; dirijo un movimiento anti-semita; soy militante del Ku Kux Klan; participé en un complot para asesinar al presidente boliviano, Evo Morales; y organicé un atentado con misiles contra el avión de Chávez en El Salvador.

continua: