Sarah Palin, ex gobernadora de Alaska, ex candidata vicepresidencial y rostro emblemático del grupo radical republicano Tea Party, protestó porque ciertos medios se empecinan en vincularla con la motivación del abominable atentado de Tuckson, Arizona, que cobró la vida de seis personas, entre ellos un juez federal, e hirió de gravedad a la diputada demócrata Gabrielle Giffords.
La verdad es por un lado, que la hermosa señora Palin parece estar confundida entre el rol de líder política y el de figura del espectáculo mediático. Y por el otro que es inevitable que su identificación con el Tea Party asocie su imagen a expresiones primitivas del radicalismo, así como la de la señora Nancy Pelosi, la amiga de Piedad Córdoba y enemiga de Uribe y Santos, quedó asociada a las del antediluviano radicalismo liberal.
DESDE MIAMI