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Miserables o felices?
Por: Ricardo Tribín Acosta
Cada cual tiene derecho a escoger lo que quiere hacer con su vida y por lo tanto es parte de su decisión el sentirse miserable o ser feliz. La verdad es que el esfuerzo y el tiempo a ello dedicado es prácticamente el mismo y por lo tanto estará en la persona el ser libre para decidir lo uno o lo otro. Eulogio Moreno, mi admirado amigo, decía que había personas que tocaban fondo en su vida y sin embargo seguían escarbando, lo cual implica que preferían seguir sufriendo, en lugar de mejorarse, y cargar consigo sus tragedias, en mucha parte autoprovocadas.
La tristeza es común, mas el sufrimiento es opcional, aunque la verdad es que se puede evitar cuando tomamos conciencia de nuestra necesidad de cambio. Una persona puede tropezar las veces que quiera y con la misma piedra, pero ello solo lo evitará cuando llegue a la conclusión de lo innecesario que es tal esquema, y que no hay nada mejor que vivir sabroso y en paz, consigo mismo y con los demás.
El libre albedrío nos indica que somos nosotros los que decidimos el escoger que hacer y que por lo tanto, si tomamos la vía equivocada, no debería haber lugar para quejas, lamentaciones, o de acusar a los demás por nuestros actos, y menos a la autocompasión. Somos entonces responsables de lo que hacemos y en tal proceso podremos acertar o equivocarnos y cuando sucede esto último lo más indicado será enderezar nuestras rutas, y continuar la marcha con paso firme y seguro para delante, sin dar paso ninguno hacia atrás.