lunes, 11 de agosto de 2008

CONSECOMERCIO DENUNCIA UNA AGENDA PARA LA MISERIA ECONÓMICA Y LA OPRESION POLITICA (parte I)



CONSECOMERCIO DENUNCIA UNA AGENDA PARA LA MISERIA ECONÓMICA Y LA OPRESION POLITICA (parte I)



El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (CONSECOMERCIO) se ha visto en la imperiosa necesidad de dirigirse al país para pronunciarse sobre la situación política, económica y social, una vez conocidos y constatados los resultados de tres eventos que, en sus efectos, resultan ser cruciales para la suerte de la Patria.
Nos referimos a las últimas veintiséis leyes, que el argot popular ha bautizado como “El Gacetazo”, el anuncio de la estatización del Banco de Venezuela y la Sentencia del Tribunal Supremo de Justicia que ratifica la condición de inhabilitados políticos a un conjunto de ciudadanos venezolanos, sin que se les haya respetado ni una sola de las garantías consagradas en la Constitución.
En consideración a esos tres eventos, declaramos lo siguiente:
1. La confluencia de estas tres decisiones no dejan la menor duda del talante inconstitucional del Gobierno Nacional. Este es un Gobierno que ha decidido ser inconstitucional, porque ha renunciado por la vía de los hechos a cumplir y hacer cumplir las leyes y, por lo tanto, ha abjurado del Estado de Derecho como principio regulador de la convivencia ciudadana. La opinión ampliamente compartida por los más destacados juristas venezolanos es que todas estas decisiones están reñidas con nuestra Constitución, hasta el punto de ser ellas una expresión muy clara de que el Gobierno ha derrocado al imperio de la ley y lo ha sustituido por la dictadura de la arbitrariedad, la obstinación, la trampa y la mentira. Con estas decisiones, la gavilla ha sustituido la concurrencia democrática de los poderes públicos y la estafa a la Constitución ha suplantado la sobriedad y el decoro del pluralismo democrático.

2. Estas tres decisiones demuestran el poco respeto que el Gobierno Nacional tiene por la soberanía popular. Vivimos la infeliz circunstancia de saber que la soberanía le ha sido arrebatada al pueblo, en la misma medida que con estas decisiones se contradice tajantemente el NO ROTUNDO con el que se respondió a la iniciativa de Reforma Constitucional presentada el dos de diciembre de 2007. En esa ocasión, se rechazaron, clara y contundentemente, todas las pretensiones de acabar con la Democracia, la Descentralización, la Propiedad Privada y la Autonomía de los Poderes Públicos. En esa oportunidad, se le puso fecha límite al mandato presidencial y se repudió cualquier posibilidad de transformar la Democracia Participativa y Protagónica en otra experiencia de socialismo radical, de comunismo de nueva factura, porque todos coincidimos -adversarios y simpatizantes del régimen- en que el bienestar del país debía estar primero y que ese bienestar pasaba por mantener impoluta la Democracia como régimen político, la Descentralización como esencia de nuestra organización político-administrativa y el Derecho de Propiedad como base esencial de nuestra economía. Por estas razones, denunciamos hoy la inconstitucionalidad de numerosas normas y decisiones del Gobierno Nacional, y la necesidad de enfrentar, por lo tanto, un desafío que no es jurídico sino político, y, como tal, hay que encararlo.

3. El conjunto de 26 leyes inconsultas que salieron a última hora, constituyen una Agenda para la miseria económica y la opresión política. La evaluación de cada una de ellas por separado y su valoración panorámica indican, con suprema claridad, que la intención manifiesta del Gobierno ha sido propinarle un golpe mortal a los derechos de propiedad, al libre emprendimiento y a las inmensas posibilidades de la acción privada. Con estas leyes, se pretende sustituir la democracia económica por un Capitalismo de Estado hegemónico y arrogante, en el cual uno solo es el dueño de todo, supuestamente en nombre del pueblo. Con estas leyes, se legitiman definitivamente el control punitivo, la extorsión política y la expropiación confiscatoria que podrá ser aplicada sin aviso y sin protesto. Estas leyes concentran en el Presidente de la República un poder supremo: el Jefe de Estado, supremo jefe de las Fuerzas Armadas, primera y última instancia en la Administración Pública, impulsor autoritario de nuevos enfoques económicos, decisor inapelable en materia económica y social y dueño absoluto de la renta petrolera que administra sin consultarle a nadie, sin presentar cuentas a nadie. Con esto, el Presidente se convirtió en el gobernante más poderoso que ha tenido que sufrir el país desde que se fundó la República. Y esa pretensión de concentrar todo el poder fue precisamente la causa por la cual el pueblo le dijo, clara y contundentemente, NO A LA REFORMA CONSTITUCIONAL.

4. Nos duele y nos preocupa que, por la senda de las malas decisiones, por el camino emprendido del intento de imponer una utopía, el Presidente termine olvidando cuáles son los verdaderos problemas del país. Hacemos nuestra las preguntas cruciales formuladas por el Rector de la Universidad Católica Andrés Bello en su Discurso de Aceptación como Individuo de Número de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales: cito: “¿por qué, entre nosotros, pareciera que vuelven las políticas mesiánicas que, luego de un tiempo, sólo dejan cenizas de frustración?¿Será que el gusto por la revolución total nos vuelve incapaces para los cambios graduales y la cotidiana gestión honesta?... ¿Por qué las utopías mesiánicas, liberadoras cuando son oposición, al llegar al gobierno se transforman en instrumentos legitimadores de regímenes tiranos? Fin de la cita.

§ Nos duele el costo de oportunidad que se expresa en menos inversión pública, menos servicios públicos, menos atención a los sectores menos favorecidos de la población, menos empleos y menos seguridad ciudadana.
§ Nos duele que se distraigan recursos en compras de empresas sólidas, solventes y bien manejadas por los privados.
§ Nos duele que, en vez de construir escuelas, hospitales, viviendas populares, carreteras, autopistas, trenes, y servicios policiales y de seguridad, se sigan comprando bancos para hacerlos tan ineficientes como el resto de los que forman parte del sector público.
§ Nos duele que por ese caño se vaya toda la productividad y el talento del país.
§ Nos duele que comencemos el siglo XXI con el mismo retraso que nos impidió acceder a tiempo al siglo XX. Y nos duele que las causas sean las mismas: La opresión, la autocracia y la equivocación económica.

Continuara.......