jueves, 4 de octubre de 2007

Jugar con fuego


Jugar con fuego


Por estos días el presidente Hugo Chávez anda empeñado en convertirse en paladín de las negociaciones entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno de Álvaro Uribe. El mandatario busca un canje humanitario de personas secuestradas por el grupo guerrillero a cambio de unos 500 guerrilleros que están en prisión en EE.UU. y Colombia. No hay duda de que Chávez, basado en sus conexiones con la FARC, tendrá éxito en sus negociaciones y logrará alabanzas y el reconocimiento por su intervención.
Sin embargo, lo que está haciendo con su mano derecha, pareciera que Chávez lo deshace con la mano izquierda, si se analiza el auge de secuestros en Venezuela.
Es cierto que Venezuela aún no alcanza a Colombia en materia de plagios. Pero, los 244 secuestros que reporta la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional para estos nueve meses del año es una cifra alarmante. Todo parece indicar que 2007 superará con creces los 251 secuestros registrados en 2006.
Esta realidad es tan grave que, para el lunes 24 de septiembre se encontraban en cautiverio 64 personas: 43 de las 244 plagiadas este año; 16 de las secuestradas en 2006 y cinco que están en cautiverio desde 2005. Sólo en 2007, 63 productores agropecuarios han sido víctimas de plagios, entre ellos los dos ganaderos secuestrados entre la noche de este lunes y la mañana del martes: el primero, Rolando Urdaneta Hernández en Apure y el otro, Jesús María Prado en el Zulia. El drama de la situación lo ilustra el asesinato del productor José Cañas Pinto mientras se encontraba en cautiverio, y cuyo cuerpo fue hallado en el Táchira este martes.
Lo peor de esta situación es que no se visualiza una política coherente, estructurada y coordinada entre los cuerpos de seguridad del Estado venezolano para combatir a los grupos de delincuencia organizada que hacen vida en el país. Todo lo contrario, en esta industria el ingrediente militar y policial involucrado tendría su peso específico.
Tampoco se ve una enérgica posición del Gobierno para ponerle coto a grupos guerrilleros de Colombia y Venezuela que le sirven de apoyo al hampa organizada. Por el contrario, el Gobierno en estos ocho años ha mostrado complacencia y cercanía con la FARC, el ELN, y otros grupos guerrilleros como el FBL de Venezuela.
Ya es harto conocido que en la frontera con Colombia, el lado venezolano es un aliviadero de esos grupos irregulares, con lo cual el conflicto colombiano se ha trasladado al país y ha propiciado que Venezuela sea usada como tránsito para la droga. Mientras tanto, campesinos y agricultores de las zonas fronterizas venezolanas viven acosados por el secuestro, el sicariato y la extorsión.
En conclusión, en opinión de VenEconomia, habrá mucha ironía cuando Chávez sea alabado por el éxito en sumediación con la FARC, pues ha sido la mano blanda con la guerrilla lo que ha servido de acicate para el incremento del secuestro en Venezuela.

VenEconomia