Malandros en el poder
ORIAN BRITO PEÑA| EL UNIVERSAL
sábado 29 de diciembre de 2012
La enfermedad que aqueja al presidente de la República, Hugo Chávez, ha desatado un sin fin de reacciones en una clara señal de la profunda fractura social que existe en Venezuela. Desde el Gobierno, se intenta crear una especie de religión enmarcado en un obsceno culto a la personalidad que no tiene límites utilizando niños, personas mayores y creyentes del proceso a quienes se les impone que "ellos son Chávez". Por su parte, hasta los menos religiosos han participado en misa o en cualquier religión que profese para pedir por la recuperación del comandante.
Desde los seguidores de la oposición, las matrices de opinión se dividen entre quienes dudan de la existencia de la enfermedad, los que aspiran que con ella se produzca un desenlace y los que desean una recuperación de Chávez. La ausencia del diagnóstico e información precisa sigue generando rumores que son aprovechados por quienes desean sacar protagonismo de la situación. Pero en menos de 15 días se sabrá si el paciente puede regresar o qué artilugio, será empleado para justificar la ausencia del mandatario, por supuesto, amparado por todos los poderes "independientes".
Desde los seguidores de la oposición, las matrices de opinión se dividen entre quienes dudan de la existencia de la enfermedad, los que aspiran que con ella se produzca un desenlace y los que desean una recuperación de Chávez. La ausencia del diagnóstico e información precisa sigue generando rumores que son aprovechados por quienes desean sacar protagonismo de la situación. Pero en menos de 15 días se sabrá si el paciente puede regresar o qué artilugio, será empleado para justificar la ausencia del mandatario, por supuesto, amparado por todos los poderes "independientes".
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