¿Su secreto? «Aguantar, aguantar y aguantar»
Una herencia envenenada, un desafío rupturista, dos huelgas generales y profundas reformas. Así ha sido el primer año de Rajoy en el Gobierno
Mariano Rajoy, y su esposa, Elvira Fernández, tras ganar las elecciones
A la luz de las cámaras, se percibe todo de manera distinta. Y con los micrófonos encendidos, no llega a escucharse lo que piensan de verdad los políticos. Cuando el telón se levanta, se afanan por trasladar una imagen mejor que la real. Al presidente del Gobierno le pasa lo contrario. En confianza, cuando las grabadoras se apagan, Mariano Rajoy habla con franqueza. No esquiva los preguntas, ni le molesta reconocer lo que no va bien y lo que debería ir mejor. Su tono es amable y sincero. Su actitud, tranquila y su aspecto, cansado. El del que lucha una batalla sin tregua, dispuesto a seguir convencido de que su espada es la que mejor defiende a su pueblo.
La España que heredó hace 363 días, la que la cámaras mostraban aquella noche del 20 de noviembre también era distinta a la real. Crecía tras dejar atrás la crisis económica, su déficit iba a cerrar en el 6% y el desafío independentista de Cataluña parecía un problema de otra época. Lo demás era un conocido desastre. El desempleo subía sin freno, la destrucción del tejido empresarial era un hecho consumado, la credibilidad del euro estaba en entredicho y la imagen del país tenía elevadas cotas de deterioro. Rajoy tenía un programa y unos compromisos para aquella España pero otra muy distinta se escondía, oculta de micrófonos y cámaras, en los cajones del Ejecutivo socialista. Allí había previsiones de que 2012 volvería a ser un año de recesión y de que el déficit del 6% era una auténtica quimera.
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http://www.abc.es/espana/20121118/abci-rajoy-presidente-201211180015.html