jueves, 9 de agosto de 2012

El Caballo Viejo y Capriles


Alexis Ortiz
alexisortiz@elpolitico.com



                                                     
Quererse no tiene horario ni fecha en el calendario
Una escolaridad precaria nos acostumbró en Latinoamérica a concebir la historia como una cadena de hazañas militares, o acciones de superhéroes del gusto de Carlyle. Pero a la hora de la verdad, un pueblo se forja como proyecto viable por el tesón de sus habitantes creativos y pacíficos.

Por eso podemos postular que si alguien emblematiza, con nitidez y tronío, eso que podemos llamar el gentilicio venezolano, es Simón Díaz, a quien jóvenes y adultos llaman en su país el tío Simón.

Simón Díaz ha compuesto en sus fértiles 84 años que lleva con garbo y fina estampa, más de 200 canciones y producido unos 70 albumes musicales. Pero el tema que lo proyectó al reconocimiento planetario fue Caballo Viejo, ese que nos recuerda que quererse no tiene horario, ni fecha en el calendario, cuando las ganas se juntan.

De ese tristealegre poema de amor que es Caballo Viejo, se conocen unas 350 versiones en todo el mundo, lo que coloca a Simón Díaz en el pedestal de los grandes paladines de la canción popular, allí donde se empinan creadores como Agustín Lara, Enrique Santos Discépolo (Discepolín) y Vinicio De Moraes.

Con motivo del 84 cumpleaños del tío Simón, el joven candidato presidencial de la oposición democrática venezolana, Henrique Capriles Radonski, lo visitó en su casa para rendirle homenaje. Hermoso gesto del abanderado de la nueva Venezuela. Simón Díaz y él son voceros del alma criolla y representan la convergencia generacional para el rescate de la convivencia ciudadana.