El principal escollo que enfrenta la Mesa de la Unidad Democrática, es la reticencia del ciudadano común a aceptarla como su representante político y ello sucede por el éxito que ha tenido la matriz de opinión en contra de los partidos políticos debido a la actuación de algunos de sus “lideres” en el pasado reciente.
Una mesa por lo regular tiene cuatro patas y a veces también un par de ellas de refuerzo en el centro, esto pasa cuando es muy larga y por ello hay que evitar que se quiebre.
Es entendible aunque no lo comparto, el temor de algunos de los partidos (mas bien de algunos de sus “lideres”) que en ella cohabitan de incorporar a su directiva a representantes del movimiento estudiantil, a representantes de los sindicatos, a los gremios universitarios en fin a todos aquellos que hoy por hoy están librando las batallas que anteriormente correspondían a los partidos políticos que en su pragmatizacion dejaron de librar.
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