sábado, 5 de febrero de 2011

El fraude de Teodoro Petkoff


Teodoro Petkoff es quizás el político más lúcido y preciso de la oposición venezolana. También, a veces, su vehemencia y afán provocador lo llevan a decir necedades o a caer en babiecadas como la de llamar a Chávez “Chacumbele”, para subrayar que el teniente coronel será víctima de su propia torpeza y perversión. Es decir, que “él mismito se mató”, como dice la guaracha. Es una tontería pues esa muerte ha sido demasiado lenta (ya sólo lo supera en años en el poder Juan Vicente Gómez) y en más de una ocasión los “chacumbeles” han estado de nuestro lado. Entre otros, el propio Teodoro, cuando -por ejemplo- nos quiso hacer tragar aquello de que Manuel Rosales no fue objeto, en diciembre de 2006, de trampas electorales de consideración.
Entonces escribí un artículo con el título “¿De cuánto fue la parrilla?”, donde dejaba claro que los múltiples cedulados, el padrón inauditable y el millón y pico de colombianos inscritos ilegalmente habían ayudado a la victoria del chafarote. En realidad, Chávez ganó, pero la inmensa manipulación por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) y, por otro lado, el ventajismo del gobierno en cuanto al despilfarro y abuso de los recursos que da el poder influyeron para que la ventaja llegase a la dimensión que tuvo.
continua: