martes, 5 de agosto de 2008

Desata ira “iglesia” que apoya a Chávez


Desata ira “iglesia” que apoya a Chávez
Por SIMON ROMERO

CABIMAS, Venezuela.- Desde una improvisada capilla en un edificio escolar donde un retrato del presidente Hugo Chávez y lemas revolucionarios de su gobierno adornan la entrada, los obispos de la nueva Iglesia Católica Reformada de Venezuela dieron la bienvenida a los congregantes de la misa dominical. El Obispo Simón Alvarado, de 39 años de edad, rasgueaba una guitarra y encabezaba a la pequeña congregación en el canto de himnos. El obispo coadjutor Jon Jen Siu-García, de 37 años, predicaba un sermón sobre la ayuda a los pobres mientras su esposa, Hiranioris Calles, de 24 años de edad, le sonreía desde su lugar en una silla de plástico blanca.
“La iglesia de Roma teme que pudiera perder a más sacerdotes como nosotros”, dio Siu-García, hijo de inmigrantes, de padre cantonés y madre colombiana, quien se estableció en esta pobre ciudad en el extremo del Lago Maracaibo. “Y debería hacerlo, dado su nivel de escándalo a causa de abusos internos e hipocresía en el combate a la pobreza”.
La deserción de un puñado de sacerdotes y su formación de la Iglesia Católica Reformada, iglesia escindida que muestra clara simpatía hacia el gobierno de Chávez aunque, extrañamente, está aliada con anglicanos conservadores de Texas, ha hecho manar la ira de líderes de la iglesia católica en Venezuela. Desde su fundación en junio, la nueva iglesia ha alimentado un debate con respecto a la interacción de religión y política en una de las naciones más seculares de América Latina.

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