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La inflación se burla del salario
El ingreso real del venezolano cayó entre 2% y 3% en el primer trimestre del año.
Después de cinco años, el trabajador nacional vuelve a encontrar que sus ingresos son insuficientes para costear la canasta básica alimentaria. Lo cuenta El Mundo de este miércoles. Los indicadores no mienten. Tal como refleja el último sondeo de la encuestadora Datanálisis, por primera vez en 37 meses el ingreso real del venezolano cayó entre 2% y 3% en el primer trimestre del año, lo que ha hecho que el consumo se haya contraído en 1,4%.
Los estudios de la encuestadora - reconocidos incluso por el diputado Elvis Amoroso, presidente de la subcomisión de Crédito Público de la Asamblea Nacionalreflejan que el salario mínimo perdió la capacidad de cubrir la canasta normativa alimentaria (oficial), revirtiendo la tendencia que desde 2004 venía marcando esta remuneración de satisfacer las necesidades esenciales de la masa trabajadora.
En teoría, el 208% de aumento que experimentó el salario mínimo entre 1999 y 2007 debió permitir que los ingresos de las familias criollas superaran la inflación acumulada que en el mismo período se ubicó en 177,1%. Sin embargo, desde el año pasado la realidad es otra.
El alza de 20% de la remuneración mínima -que la ubicó en 614,79 bolívares fuertes- decretada por el presidente Hugo Chávez el año pasado, apenas fue suficiente para cubrir el costo de la canasta alimentaria, que según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), cuesta Bs.F. 609,23.
Un mes después la situación cambiaría. Los datos del INE reflejan que entre mayo de 2007 (fecha del último incremento) y febrero de 2008, la cesta normativa se elevó 33,46% (sólo en los dos primeros meses del año subió 11,68%), lo que hizo que la clase trabajadora viera desvanecerse la posibilidad de mantener la paridad entre sus ingresos y lo que gasta en alimentos.
MENOS MAZA Y MAZAMORRA
Una ligera revisión de las estadísticas oficiales permite verificar que la situación es más comprometida de lo que se cree. Las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) refieren que la inflación en alimentos se ubicó al cierre de 2007 en 30,9%, lo que representa una brecha de casi 11 puntos porcentuales entre el ingreso promedio y el costo real de los nutrientes esenciales. Las informaciones no gubernamentales son aún más alarmantes. El más reciente informe del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas) daba cuenta que para al cierre de marzo de 2008 la canasta alimentaria se ubicó en 1.288,26 bolívares fuertes, lo que significa que con un salario mínimo una familia típica de cinco miembros apenas puede adquirir 48% de los nutrientes básicos. En otras palabras, cada familia tiene que disponer de más de dos salarios básicos para satisfacer sus necesidades alimenticias elementales; una situación que según Datanálisis afecta a más de cuatro millones de venezolanos.
LAS CUENTAS NO CUADRAN
Informaciones recientes emanadas del BCV señalan que tan sólo entre 26,9% y 32,7% de los ingresos por hogar se destinan a la compra de alimentos, de lo que se deduce que cada familia asigna cerca de 70% de sus remuneraciones para satisfacer necesidades como educación, vivienda, vestido y calzado, aseo personal y del hogar, transporte y salud.
MAYOR INFORMACION
http://www.consecomercio.org.ve//index.php?option=com_content&task=view&id=29074&Itemid=2
El ingreso real del venezolano cayó entre 2% y 3% en el primer trimestre del año.
Después de cinco años, el trabajador nacional vuelve a encontrar que sus ingresos son insuficientes para costear la canasta básica alimentaria. Lo cuenta El Mundo de este miércoles. Los indicadores no mienten. Tal como refleja el último sondeo de la encuestadora Datanálisis, por primera vez en 37 meses el ingreso real del venezolano cayó entre 2% y 3% en el primer trimestre del año, lo que ha hecho que el consumo se haya contraído en 1,4%.
Los estudios de la encuestadora - reconocidos incluso por el diputado Elvis Amoroso, presidente de la subcomisión de Crédito Público de la Asamblea Nacionalreflejan que el salario mínimo perdió la capacidad de cubrir la canasta normativa alimentaria (oficial), revirtiendo la tendencia que desde 2004 venía marcando esta remuneración de satisfacer las necesidades esenciales de la masa trabajadora.
En teoría, el 208% de aumento que experimentó el salario mínimo entre 1999 y 2007 debió permitir que los ingresos de las familias criollas superaran la inflación acumulada que en el mismo período se ubicó en 177,1%. Sin embargo, desde el año pasado la realidad es otra.
El alza de 20% de la remuneración mínima -que la ubicó en 614,79 bolívares fuertes- decretada por el presidente Hugo Chávez el año pasado, apenas fue suficiente para cubrir el costo de la canasta alimentaria, que según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), cuesta Bs.F. 609,23.
Un mes después la situación cambiaría. Los datos del INE reflejan que entre mayo de 2007 (fecha del último incremento) y febrero de 2008, la cesta normativa se elevó 33,46% (sólo en los dos primeros meses del año subió 11,68%), lo que hizo que la clase trabajadora viera desvanecerse la posibilidad de mantener la paridad entre sus ingresos y lo que gasta en alimentos.
MENOS MAZA Y MAZAMORRA
Una ligera revisión de las estadísticas oficiales permite verificar que la situación es más comprometida de lo que se cree. Las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) refieren que la inflación en alimentos se ubicó al cierre de 2007 en 30,9%, lo que representa una brecha de casi 11 puntos porcentuales entre el ingreso promedio y el costo real de los nutrientes esenciales. Las informaciones no gubernamentales son aún más alarmantes. El más reciente informe del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas) daba cuenta que para al cierre de marzo de 2008 la canasta alimentaria se ubicó en 1.288,26 bolívares fuertes, lo que significa que con un salario mínimo una familia típica de cinco miembros apenas puede adquirir 48% de los nutrientes básicos. En otras palabras, cada familia tiene que disponer de más de dos salarios básicos para satisfacer sus necesidades alimenticias elementales; una situación que según Datanálisis afecta a más de cuatro millones de venezolanos.
LAS CUENTAS NO CUADRAN
Informaciones recientes emanadas del BCV señalan que tan sólo entre 26,9% y 32,7% de los ingresos por hogar se destinan a la compra de alimentos, de lo que se deduce que cada familia asigna cerca de 70% de sus remuneraciones para satisfacer necesidades como educación, vivienda, vestido y calzado, aseo personal y del hogar, transporte y salud.
MAYOR INFORMACION
http://www.consecomercio.org.ve//index.php?option=com_content&task=view&id=29074&Itemid=2