
URIBE, TLC Y EMBARGO A VENEZUELA
Por Alexis Ortiz.
En la reuniòn de Santo Domingo Alvaro Uribe se creciò. Se revelò como un estadista de rango històrico; en el sitial donde se ubican figuras legendarias como Ròmulo Betancourt, Pepe Figueres, Jorge Eliécer Gaitàn, Joaquín Balaguer, Alejandro Sánchez Arango, Haya de La Torre, Eduardo Frei Montalva, Napoleón Duarte, Fernando Henrique Cardoso, Ricardo Balbín y Luis Muñoz Marìn.
Armado con las revelaciones de la computadora incautada al narcoguerrillero y pedòfilo Reyes, Uribe rompiò el cerco de los neocomunistas (Chàvez, Correa y Ortega) y los obligò a regresar de sus posturas extremistas,.
En ese encuentro de presidentes en la musical y bèisbolera Quisqueya, hubo dos conductas a resaltar, una merecedora de laude, la de Leonel Fernàndez, y, otra de vituperio, la de Daniel Ortega. Fernàndez manejò una discusiòn espinosa con sabiduría, sobre todo si recordamos que en la cumbre de Chile a la Bachelet el debate se le escapò de las manos, Chàvez la sobrepasò con su virulencia; y el desangelado Ortega se comportò como un energùmeno. Dio pena ajena.
Quedò claro para todo el quiera entender que en estos momentos, y frente al desafìo del neocomunismo (Fidel-Chàvez-Correa-Evo-Ortega-Humala-Lòpez Obrador-Piedad Córdoba-FMLN salvadoreño), Alvaro Uribe representa el principal bastión de la Democracia, el libre comercio y la tolerancia. Hoy, el deber de todos los que amamos la libertad en este hemisferio, es apoyar a Colombia y a su presidente.
Y para que no queden dudas, el respaldo a Colombia consiste en estos momentos en el caso norteamericano, en la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC). No puede ser que la reacción proteccionista, sindical y de empresarios anacrònicos, dentro de Estados Unidos, estè violentando el curso normal de la historia, deteniendo el intercambio comercial libre, en este caso con una naciòn aliada como Colombia.
Y lo màs triste es que un partido serio, moderno y querido por los latinoamericanos, como el Demócrata, sea el instrumento que usan los reaccionarios dentro de EEUU, para castigar a Colombia y crearle el mundo dudas, acerca de si vale la pena ser amigo de Estados Unidos.
Para los venezolanos las cosas estàn muy claras. Tenemos màs interès en que se apruebe el TLC con Colombia, a que los EEUU declaren un embargo a Venezuela, que generarìa màs martirio a nuestro pueblo que perjuicio a su martirizador, Hugo Chàvez.
Estamos de acuerdo, porque es justo, en que Chàvez sea declarado aliado, financista y protector de los terroristas, tanto de narcoguerrilleros estilo FARC, como fundamentalistas musulmanes y los lunàticos de la ETA. Pero deploraríamos que eso trajera como consecuencia un bloqueo comercial a Venezuela.
No entendemos esa manìa supersticiosa norteamericana a favor de los bloqueos. Un embargo sòlo servirìa para darle a Chàvez una excusa para explicar el ruidoso, inocultable, creciente fracaso de su gobierno.
A partir del bloqueo, el grave desabastecimiento en Venezuela; la pobreza que se incrementa; la inflación que es la màs alta de Latinoamérica; el déficit de casi tres millones de viviendas; la espantosa inseguridad que produce màs muertos en las calles de Caracas que en las de Bagdad; la corrupción desenfrenada, todas esas calamidades, producto de la ineficacia del gobierno chavista, pasarìan por vìa de la propaganda, a ser culpa del “imperialismo y su pèrfido embargo”.
No señores, Chàvez ha despilfarrado 680 mil millones de dòlares; con todo el poder polìtico, econòmico y represivo concentrado en sus manos, su fracaso es dantesco. Hay que hacerlo responsable de su fracaso. No le demos excusas para solapar su responsabilidad.
jalexisortiz@hotmail.com
Por Alexis Ortiz.
En la reuniòn de Santo Domingo Alvaro Uribe se creciò. Se revelò como un estadista de rango històrico; en el sitial donde se ubican figuras legendarias como Ròmulo Betancourt, Pepe Figueres, Jorge Eliécer Gaitàn, Joaquín Balaguer, Alejandro Sánchez Arango, Haya de La Torre, Eduardo Frei Montalva, Napoleón Duarte, Fernando Henrique Cardoso, Ricardo Balbín y Luis Muñoz Marìn.
Armado con las revelaciones de la computadora incautada al narcoguerrillero y pedòfilo Reyes, Uribe rompiò el cerco de los neocomunistas (Chàvez, Correa y Ortega) y los obligò a regresar de sus posturas extremistas,.
En ese encuentro de presidentes en la musical y bèisbolera Quisqueya, hubo dos conductas a resaltar, una merecedora de laude, la de Leonel Fernàndez, y, otra de vituperio, la de Daniel Ortega. Fernàndez manejò una discusiòn espinosa con sabiduría, sobre todo si recordamos que en la cumbre de Chile a la Bachelet el debate se le escapò de las manos, Chàvez la sobrepasò con su virulencia; y el desangelado Ortega se comportò como un energùmeno. Dio pena ajena.
Quedò claro para todo el quiera entender que en estos momentos, y frente al desafìo del neocomunismo (Fidel-Chàvez-Correa-Evo-Ortega-Humala-Lòpez Obrador-Piedad Córdoba-FMLN salvadoreño), Alvaro Uribe representa el principal bastión de la Democracia, el libre comercio y la tolerancia. Hoy, el deber de todos los que amamos la libertad en este hemisferio, es apoyar a Colombia y a su presidente.
Y para que no queden dudas, el respaldo a Colombia consiste en estos momentos en el caso norteamericano, en la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC). No puede ser que la reacción proteccionista, sindical y de empresarios anacrònicos, dentro de Estados Unidos, estè violentando el curso normal de la historia, deteniendo el intercambio comercial libre, en este caso con una naciòn aliada como Colombia.
Y lo màs triste es que un partido serio, moderno y querido por los latinoamericanos, como el Demócrata, sea el instrumento que usan los reaccionarios dentro de EEUU, para castigar a Colombia y crearle el mundo dudas, acerca de si vale la pena ser amigo de Estados Unidos.
Para los venezolanos las cosas estàn muy claras. Tenemos màs interès en que se apruebe el TLC con Colombia, a que los EEUU declaren un embargo a Venezuela, que generarìa màs martirio a nuestro pueblo que perjuicio a su martirizador, Hugo Chàvez.
Estamos de acuerdo, porque es justo, en que Chàvez sea declarado aliado, financista y protector de los terroristas, tanto de narcoguerrilleros estilo FARC, como fundamentalistas musulmanes y los lunàticos de la ETA. Pero deploraríamos que eso trajera como consecuencia un bloqueo comercial a Venezuela.
No entendemos esa manìa supersticiosa norteamericana a favor de los bloqueos. Un embargo sòlo servirìa para darle a Chàvez una excusa para explicar el ruidoso, inocultable, creciente fracaso de su gobierno.
A partir del bloqueo, el grave desabastecimiento en Venezuela; la pobreza que se incrementa; la inflación que es la màs alta de Latinoamérica; el déficit de casi tres millones de viviendas; la espantosa inseguridad que produce màs muertos en las calles de Caracas que en las de Bagdad; la corrupción desenfrenada, todas esas calamidades, producto de la ineficacia del gobierno chavista, pasarìan por vìa de la propaganda, a ser culpa del “imperialismo y su pèrfido embargo”.
No señores, Chàvez ha despilfarrado 680 mil millones de dòlares; con todo el poder polìtico, econòmico y represivo concentrado en sus manos, su fracaso es dantesco. Hay que hacerlo responsable de su fracaso. No le demos excusas para solapar su responsabilidad.
jalexisortiz@hotmail.com