viernes, 10 de junio de 2011

Emotivo recibimiento a los restos de Zapata Tamayo en Miami

Reina Luisa Tamayo llega a MiamiReina Luisa Tamayo, madre del opositor Orlando Zapata Tamayo, el prisionero político muerto en el 2010, llegó hoy al Aeropuerto Internacional de Miami junto con otros 12 familiares. Herald Studios
http://www.youtube.com/watch?v=V27BGGdJEuwhttp://www.youtube.com/watch?v=V27BGGdJEuw

JUAN CARLOS CHAVEZ
jcchavez@elnuevoherald.com

Con las cenizas de su hijo convertido en un símbolo de la lucha anticastrista, Reina Luisa Tamayo fue recibida como una heroína el jueves en Miami por una comunidad exiliada ansiosa de conocer a la mujer que durante el último año ha dado una denodada batalla a favor de la liberación de los presos políticos y el respeto a los derechos humanos en la isla.

“Le doy las gracias al pueblo de los Estados Unidos, al gobierno y a todas las personas que han luchado para que hoy, nosotros, nuestra familia, se encuentre en un país libre”, señaló Tamayo. “Esta madre, esta familia, va a continuar su lucha porque los Castro tienen que desaparecer. Asesinaron a Zapata quitándole el agua 18 días”.

Orlando Zapata Tamayo, un humilde boxeador y albañil, murió el 23 de febrero del 2010 tras una huelga de hambre de 85 días en reclamo de mejores condiciones carcelarias. Para quebrar su voluntad, las autoridades le negaron el agua por 18 días. Había sido condenado a 36 años de prisión por su pacífico activismo durante la ola represiva contra la disidencia conocida como la Primavera Negra del 2003. Su muerte produjo la mayor condena internacional que ha sufrido el castrismo en 52 años.

Un día después de darse a conocer su deceso, otro conocido disidente, Guillermo Fariñas, inició una huelga de hambre de 135 días en la ciudad central de Santa Clara. Este ayuno y la presión internacional llevó a la liberación de más de 100 presos políticos con la mediación de la Iglesia Católica. Excepto 12, los demás partieron al destierro.

A su llegada al Aeropuerto Internacional de Miami a las 5 p.m., sosteniendo el cofre con las cenizas envuelto en una bandera cubana, Tamayo, de 62 años, fue recibida por activistas de derechos humanos, líderes comunitarios y figuras políticas.