Los vientos frescos y el cambio del color de las hojas de los árboles son indicios seguros: otro otoño toca a la puerta. A veces es difícil creer lo rápido que las estaciones cambian y la rapidez del pasar de los años. Pero, no importa en qué etapa de su vida se encuentre, es siempre una buena idea el reflexionar en la cobertura provista por los beneficios de Seguro Social.
Cada etapa de la vida — desde la primavera de la juventud al verano de la mediana edad hasta el otoño de la jubilación — trae consigo su propia serie de preocupaciones económicas. Para cada una de estas etapas, el Seguro Social está listo para ayudarle.
Entre los más de 53 millones de personas que reciben los beneficios de Seguro Social, casi un tercio de los beneficiarios no son personas jubiladas ni tampoco sus dependientes. Esos beneficiarios son personas incapacitadas y las familias de ellas o sobrevivientes de algún trabajador fallecido. Estos beneficios que no se derivan de beneficios por jubilación, son particularmente importantes para los trabajadores jóvenes porque cerca de uno de cada ocho jóvenes fallece antes de llegar a la edad de jubilación y cerca de un tercio de esos quedará incapacitado.
Aunque el fallecimiento del esposo, esposa o padre es emocionalmente abrumador, a menudo también es económicamente desvastador. El Seguro Social provee un pago de beneficios mensual para sobrevivientes, para ayudar a los miembros de la familia que tengan derecho, de un trabajador fallecido
Continua: