DANILO ARBILLA
''Cosas veredes, amigo Sancho''. Si es que lo dijo, hasta el propio don Quijote no saldría de su asombro y perplejidad si por estos días se asomara por Latinoamérica. Entre tantas cosas que pasan, lo único que no podría sorprender a nadie es que el presidente Hugo Chávez consiguiera que los narcoguerrilleros de las FARC liberaran a algunas de las decenas de personas que mantienen secuestradas en las selvas colombianas.
Hace unos días el periodista John Carlin escribió en El País de Madrid que para Chávez era fácil lograr que las FARC liberaran a algunos de los secuestrados; bastaba con que les dijera a las FARC que los entreguen o, de lo contrario, se les terminaba el ''juego en Venezuela''. Es decir: si no le hacen caso no los deja operar más en territorio venezolano. ''La dependencia que se han creado las FARC en Venezuela es de una dimensión tan enorme que no se podrían arrriesgar a decirle que no'' (a Chávez), informa Carlin.