Los hologramas comunican mensajes de ayuda a los pasajeros de la aerolínea que se les acercan
Los agentes «X» e «Y» se ponen a disposición de los pasajeros de Iberia para facilitarles el engorroso proceso de viajar en avión. Son los empleados perfectos: guapos, jovenes, no se quejan, nunca se cansan, siempre tienen una sonrisa en la boca y no piden sueldo a cambio. Estos hologramas solo necesitan de un proyectory un vinilo dónde reflejarse para ponerse al servicio de los pasajeros.
Su intención es «captar la atención del cliente que aún no se siente cómodo con conceptos como el "auto-check in" o la facturación "on-line», que hoy en día ya utilizan hasta un 60% de los pasajeros de Iberia. Los azafatos lanzan mensajes informativos (dónde se puede facturar, cuánto tarda en salir un vuelo...) de unos 15 segundos cada uno y en intervalos de un minuto.
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