
Durante los últimos siete años un hombre acaparó el centro del poder en Argentina: Néstor Kirchner, un gobernador provincial que, tras ganar sorpresivamente la presidencia en 2003, pasó a convertirse en el principal referente político del país.
A pesar de haber sido sucedido en la presidencia por su esposa, Cristina Fernández, en 2007, Kirchner nunca abandonó el protagonismo político y según la mayoría de los medios se convirtió en el "poder detrás del poder".
Elegido diputado nacional a finales de 2009 y secretario general de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) en mayo de 2010, Kirchner también era el líder del Partido Justicialista (peronismo).
Su nombre aparecía como uno de los más probables para presentarse como candidato en los próximos comicios de 2011.
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