POR ANTONIO MARIA DELGADO
Acosado por el constante riesgo de que lo secuestren, el ganadero venezolano Gustavo Martínez vive como si fuera un fugitivo; nunca avisa cuando se dirige a su finca, siempre altera las horas en que viaja, frecuentemente cambia las rutas y mantiene un ojo puesto en el espejo retrovisor para ver si lo están siguiendo.
Y es que la inseguridad personal --en un país considerado como uno de los más peligrosos de América Latina-- es un tema de gran preocupación entre los ganaderos, especialmente en el sur de El Lago de Maracaibo, donde vive Martínez, y donde la industria del secuestro se encuentra en pleno apogeo.
Pero es el temor a que le expropien sus tierras, bajo posesión de la familia de Martínez por más de tres generaciones, lo que más le quita el sueño a este productor agrícola y agropecuario de 56 años.
"No hay quien te garantice la propiedad'', dijo Martínez a El Nuevo Herald en una entrevista telefónica. "El gobierno dice que la tierra es del Estado, que no tiene dueño [. . .]. Es muy duro ver que lo que fue parte de tu tradición familiar pase a manos de unos fascinerosos porque están bien con el gobierno''.
Read more: http://www.elnuevoherald.com/2010/09/05/796258/chavez.html#ixzz0yfGLfo8Q