¿Por qué tememos los latinos al señor Obama?
Por Alexis Ortiz.
Copiosamente recibimos por internet mensajes que nos alertan sobre las indescifrables relaciones del señor Obama con extremistas y su interés en el diálogo con gobernantes indeseables. Y aunque vemos una abierta y masiva campaña sucia contra la señora Palin a través de los medios de comunicación, ninguno de ellos se ha atrevido a revelarnos cuál es por fin, el contenido de la tesis de grado, de la señora Obama, según los que la han leído, un verdadero himno al resentimiento antinorteamericano.
Pero para ser serios, en verdad no creemos que el señor Obama sea un comunista encubierto o un agente “dormido” del fundamentalismo musulmán. A nuestro juicio es el más bien, como bien lo dijera nuestro amigo el dirigente petrolero venezolano Horacio Medina: un populista tropical que habla en inglés.
A eso, al populismo con su secuela de demagogia política y ruina económica, le tememos los hispanos como al diablo, porque bastantes veces lo hemos sufrido. El populista es siempre un orador encantador que no resuelve ningún problema y crea muchos.
El señor Obama tiene una estampa de galán de Hollywood, una voz de barítono y una capacidad infinita de bordar frases deslumbrantes, que excitan la imaginación de las masas sin, en realidad, comprometerlo con nadie ni nada concreto.
O sea que del señor Obama conocemos sus discursos pero no su pensamiento. Sabemos que es un virtuoso de la palabra, pero sospechamos que es más lo que esconde que lo que dice. Sin embargo, es un maestro de la retórica, la prueba es que ha logrado envolver a gente inteligente con el sortilegio de sus mensajes.
Mas si uno revisa con cuidado la trayectoria del señor Obama, si logra orientarse en el inextricable tejido de sus discursos, descubre que él, antes de esta campaña electoral, nunca se interesó por los latinoamericanos. El fue más bien el típico político localista que, en tiempos de la sociedad global, sólo estaba interesado en el acontecer de Illinois.
Y descubre algo más grave que si se le escapó en uno de sus discursos para todos los gustos, y es que con la pobre argumentación de los sindicalistas reaccionarios de Estados Unidos, al igual que la señora Nancy Pelosi, la amiga de Piedad Córdoba la madrina de las FARC, el señor Obama boicotea la firma de un tratado de libre comercio con Colombia. Con Colombia cuyo gobierno, es la punta de lanza para la defensa de la Democracia latinoamericana, amenazada por el neocomunismo.
Entonces no consideramos una tragedia que el señor Obama gane las elecciones. Seguramente hará un gobierno como el de Carter y como Carter gobernará cuatro años y ya. Después vendrá otro a arreglar el estropicio, porque la norteamericana es una institucionalidad vigorosa que no se suicida.
Lo que si nos asusta es que entre los aliados, asesores y votantes del señor Obama, estén los padrinos de los que pretenden arrasar nuestras democracias, entre otros, Bill Richardson, Jimmy Carter, Charles Rangel, Joe Kennedy, la señora Pelosi, Sean Penn, Danny Glover, Michael Moore, Noam Chomski y pare usted de contar. ¡Qué Dios nos coja confesados!
jalexisortiz@hotmail.com
Por Alexis Ortiz.
Copiosamente recibimos por internet mensajes que nos alertan sobre las indescifrables relaciones del señor Obama con extremistas y su interés en el diálogo con gobernantes indeseables. Y aunque vemos una abierta y masiva campaña sucia contra la señora Palin a través de los medios de comunicación, ninguno de ellos se ha atrevido a revelarnos cuál es por fin, el contenido de la tesis de grado, de la señora Obama, según los que la han leído, un verdadero himno al resentimiento antinorteamericano.
Pero para ser serios, en verdad no creemos que el señor Obama sea un comunista encubierto o un agente “dormido” del fundamentalismo musulmán. A nuestro juicio es el más bien, como bien lo dijera nuestro amigo el dirigente petrolero venezolano Horacio Medina: un populista tropical que habla en inglés.
A eso, al populismo con su secuela de demagogia política y ruina económica, le tememos los hispanos como al diablo, porque bastantes veces lo hemos sufrido. El populista es siempre un orador encantador que no resuelve ningún problema y crea muchos.
El señor Obama tiene una estampa de galán de Hollywood, una voz de barítono y una capacidad infinita de bordar frases deslumbrantes, que excitan la imaginación de las masas sin, en realidad, comprometerlo con nadie ni nada concreto.
O sea que del señor Obama conocemos sus discursos pero no su pensamiento. Sabemos que es un virtuoso de la palabra, pero sospechamos que es más lo que esconde que lo que dice. Sin embargo, es un maestro de la retórica, la prueba es que ha logrado envolver a gente inteligente con el sortilegio de sus mensajes.
Mas si uno revisa con cuidado la trayectoria del señor Obama, si logra orientarse en el inextricable tejido de sus discursos, descubre que él, antes de esta campaña electoral, nunca se interesó por los latinoamericanos. El fue más bien el típico político localista que, en tiempos de la sociedad global, sólo estaba interesado en el acontecer de Illinois.
Y descubre algo más grave que si se le escapó en uno de sus discursos para todos los gustos, y es que con la pobre argumentación de los sindicalistas reaccionarios de Estados Unidos, al igual que la señora Nancy Pelosi, la amiga de Piedad Córdoba la madrina de las FARC, el señor Obama boicotea la firma de un tratado de libre comercio con Colombia. Con Colombia cuyo gobierno, es la punta de lanza para la defensa de la Democracia latinoamericana, amenazada por el neocomunismo.
Entonces no consideramos una tragedia que el señor Obama gane las elecciones. Seguramente hará un gobierno como el de Carter y como Carter gobernará cuatro años y ya. Después vendrá otro a arreglar el estropicio, porque la norteamericana es una institucionalidad vigorosa que no se suicida.
Lo que si nos asusta es que entre los aliados, asesores y votantes del señor Obama, estén los padrinos de los que pretenden arrasar nuestras democracias, entre otros, Bill Richardson, Jimmy Carter, Charles Rangel, Joe Kennedy, la señora Pelosi, Sean Penn, Danny Glover, Michael Moore, Noam Chomski y pare usted de contar. ¡Qué Dios nos coja confesados!
jalexisortiz@hotmail.com