
La música como antídoto de la violencia
Orquesta sinfónica penitenciaria iniciará su expansión el mes de octubre en Falcón
Ellos aún permanecen en prisión, pero decidieron pasar la página sombría de su pasado y encarar el porvenir positivamente, con sus instrumentos en mano (Nicola Rocco)
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Las condiciones
Henry Dávila cumplió sentencia de seis años en la Penitenciaría Regional Andina y salió en libertad hace once meses. Cuando aún estaba en prisión, supo que un proyecto musical se implantaría allí, lo que despertó su interés de inmediato, puesto que solía dar serenatas y tocar en grupos de gaitas.Dávila quiso integrarse al programa y, para su sorpresa, haría lo que nunca imaginó: interpretaría piezas clásicas bajo una dirección orquestal y, además, recibiría atención médica, cobijo y reeducación para afrontar el futuro con una visión renovada. Se dejó seducir por lo desconocido y, junto a él, otro tanto de sus compañeros buscaron mejor suerte en el arte. Una página en blanco A diferencia de Henry, la mayoría de los aspirantes no tenían ni la más vaga idea de lo que era una nota musical, pero eso no representaba una limitación, ya que los promotores del Sistema Nacional de Orquestas Penitenciarias estudiarían la personalidad de cada uno, según su autodescripción en entrevistas orales, para asignarles el instrumento que ejecutarían.
Orquesta sinfónica penitenciaria iniciará su expansión el mes de octubre en Falcón
Ellos aún permanecen en prisión, pero decidieron pasar la página sombría de su pasado y encarar el porvenir positivamente, con sus instrumentos en mano (Nicola Rocco)
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Henry Dávila cumplió sentencia de seis años en la Penitenciaría Regional Andina y salió en libertad hace once meses. Cuando aún estaba en prisión, supo que un proyecto musical se implantaría allí, lo que despertó su interés de inmediato, puesto que solía dar serenatas y tocar en grupos de gaitas.Dávila quiso integrarse al programa y, para su sorpresa, haría lo que nunca imaginó: interpretaría piezas clásicas bajo una dirección orquestal y, además, recibiría atención médica, cobijo y reeducación para afrontar el futuro con una visión renovada. Se dejó seducir por lo desconocido y, junto a él, otro tanto de sus compañeros buscaron mejor suerte en el arte. Una página en blanco A diferencia de Henry, la mayoría de los aspirantes no tenían ni la más vaga idea de lo que era una nota musical, pero eso no representaba una limitación, ya que los promotores del Sistema Nacional de Orquestas Penitenciarias estudiarían la personalidad de cada uno, según su autodescripción en entrevistas orales, para asignarles el instrumento que ejecutarían.
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