
El sol acaba en La Habana el trabajo destructivo que comenzó el “Ike”
Un hombre observa, un edificio del Municipio Centro de La Habana (Cuba), donde hace dos días se produjo un derrumbe en el que una persona resultó muerta. Por lo menos 153 viviendas y edificaciones se han derrumbado en la capital cubana, 37 de ellas totales, tras el paso del huracán “Ike” según fuentes oficiales. EFE/Rolando Pujol
El sol y el paso de las horas acaban estos días el trabajo de destrucción de no pocos edificios del frágil patrimonio arquitectónico de La Habana, que han sufrido a lo largo de la semana el azote de los vientos y las fuertes lluvias del huracán “Ike”.
Los habaneros, expertos en ruinas y ciclones, saben que tras el paso de un huracán, el sol reseca los muros empapados y precipita su derrumbe, como ya ha sucedido con 153 inmuebles.
El municipio de Centro Habana muestra hoy escombros de edificios sobre las aceras, calles cortadas por el riesgo de derrumbes, paredes de cemento levantadas con premura en las puertas de las viviendas, en previsión de inundaciones, y el eco de martillazos sobre maderas que apuntalan un muro.
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http://www.diariolasamericas.com/news.php?nid=61556
Un hombre observa, un edificio del Municipio Centro de La Habana (Cuba), donde hace dos días se produjo un derrumbe en el que una persona resultó muerta. Por lo menos 153 viviendas y edificaciones se han derrumbado en la capital cubana, 37 de ellas totales, tras el paso del huracán “Ike” según fuentes oficiales. EFE/Rolando Pujol
El sol y el paso de las horas acaban estos días el trabajo de destrucción de no pocos edificios del frágil patrimonio arquitectónico de La Habana, que han sufrido a lo largo de la semana el azote de los vientos y las fuertes lluvias del huracán “Ike”.
Los habaneros, expertos en ruinas y ciclones, saben que tras el paso de un huracán, el sol reseca los muros empapados y precipita su derrumbe, como ya ha sucedido con 153 inmuebles.
El municipio de Centro Habana muestra hoy escombros de edificios sobre las aceras, calles cortadas por el riesgo de derrumbes, paredes de cemento levantadas con premura en las puertas de las viviendas, en previsión de inundaciones, y el eco de martillazos sobre maderas que apuntalan un muro.
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